miércoles, 28 de enero de 2015

Propuesta de mejora

LOS ORIGENES QUE MOTIVAN  LA INSUMISIÓN DURANTE LA CATEDRA

 
 

Introducción:

La falta de disciplina para conservar la ordenanza entre los miembros de un grupo de alumnos en una clase determinada, es lo que me impulsa a estudiar este fenómeno, que representa la minoría de los profesores de la institución donde laboro, pero sí muy preocupante, esa falta de acatamiento, a un conjunto de reglas o normas de proceder, para mantener el orden y  la disciplina de la clase, se refiere tanto al mantenimiento del orden colectivo como a la creación de hábitos de organización y de respeto entre cada uno de los miembros que constituyen la comunidad educativa y hasta el momento no ha habido un buen resultado en los profesores que imparten las asignaturas.

Por ello analizare e investigare las diferentes causas que provocan la indisciplina de los alumnos en la clase de los profesores antes mencionados y en los grupos en los cuales se ha manifestado de manera impía ya que los alumnos se expresan de una manera grotesca ante el profesor y este no tiene las herramientas para neutralizar esas actitudes negativas y la privación del aprendizaje de la signatura que imparte.

Definiendo de cierta manera lo correspondiente a la indisciplina; son todas las acciones, palabras, actitudes, gestos y reacciones que contrarían las normas disciplinarias vigentes en un centro educativo o que constituyen atentados contra lo íntegro, la autoridad, el orden, el espíritu y se oponen frontalmente a los propósitos educativos, que son la propia razón de los colegios y los usos de una institución,  por consiguiente, deben ser combatidos y eliminados. La dificultad de la indisciplina es perenemente, derivado e  inevitables de condiciones y factores desfavorables que están actuando sobre el psiquismo de los educandos, amenazando en desintegrar su personalidad y desajustarlos a la vida escolar y social.

Concierne, pues, que los profesores, encuentren las herramientas, las estrategias pedagógicas para excluir o paliar, las acciones negativas que se presenten en su clase, antes de recurrir a sanciones o medidas patibularias más enérgicas.

Recordando el pasado, la disciplina en las instituciones educativas se lograba a través del miedo, es decir, el uso del castigo, que llegó a ser incluso de tipo físico, y cuantos de nosotros aprendimos de esa manera, así con reglas tremendamente estrictas y en la actualidad somos profesionistas, sin ningún trauma, porque el profesor te sanciono vigorosamente.

Si bien con el paso del tiempo esto quedo atrás, y se hace la referencia, de  que es preferible fortificar las conductas adecuadas, que castigar las conductas disruptivas, en otras palabras, es viable educar sin recurrir al castigo, porque toda persona, por naturaleza quiere aprender, siempre y cuando, en este proceso sean tomados en cuenta sus necesidades e intereses.

Se instituyo en los centros educativos de Educación Básica el “Manual de Convivencia”  que establece las normas que favorezcan la convivencia de todos los que conforman la institución.

En este proceso de investigación es necesario que determinar cuáles son las causas de la indisciplina en aula,  para que se logren los aprendizajes esperados en las diferentes asignaturas, y el clima en el aula fortifique dichos aprendizajes tanto académicos, como morales, lo cual beneficiara tanto a los docentes como a los alumnos y a la comunidad en general.
 
Resumiendo es una labor esencial del docente frente a grupo, lograr la atención de los alumnos, la participación activa, y sobre todo el respeto mutuo en el trabajo colaborativo, respetando los roles y la organización que se plantee, para lograr las metas propuestas, como  lo es, las altas expectativas que se tiene de cada uno de los alumnos, logrando con ello el cumplimiento de las cuatro prioridades de la educación y los ocho rasgos de la normalidad, de la educación básica.
 
 

Objetivo general
Conocer el origen de los problemas de disciplina de nuestros adolescentes dentro del salón de clases.
 
Objetivos específicos
1er. Discernir el por qué se genera la indisciplina del alumno
Nos damos cuenta que mucho se habla de la disciplina, pero es más, lo que tenemos que entender acerca de ella, ya que nuestro campo de acción así lo exige.
Es decir el futuro docente debe discernir las pautas de por qué se dan fenómenos de indisciplina, como acendrar, y su papel además de la transformación de conocimientos, la cesión de actitudes, normas de convivencia, valores, etc., por lo que partiendo de la concepción de la disciplina como la acumulación de los comportamientos y actitudes de cada individuo, se tiene que expresar que esta detenta un papel preponderante en la mejora de la concordancia entre el docente y su alumno y viceversa. Por lo que es imprescindible la elaboración de metodologías que vayan de acuerdo a ciertos contextos, debemos hacer conciencia de criterios como: factores y variantes, para que la educación no entre en arbitrariedad.
Antecedentes: Antes el departir de disciplina conlleva a encerrarla en un marco de ideas que simultáneamente alardeaba valores,  actitudes, e incluso normas morales, de tal forma que hoy al hablar de disciplina escolar no debemos omitir virtudes como la obediencia, la constancia, el esfuerzo, la urbanidad, etc. Entonces debemos estar muy conscientes que la insubordinación y consecuentemente el extravió de mando del docente, son tal vez los mayores retos a los que los profesores confrontan diariamente, cuando pretenden llevar acabo el cometido de enseñar. Es cuanto menos paradójico que, cuando más competente  y preparado pretende estar  el docente, para impartir su asignatura, peor parece ser el resultado en cuanto a la educación de los adolescentes. La indisciplina en el salón es el mayor promotor de este efecto antagónico a toda lógica que, además de los malos resultados académicos, trae consigo otros corolarios adversos como el estrés, perdida de vocación docente, depresión entre otros.

 
 
 



El origen de la indisciplina dentro del aula;

En mi experiencia de más de 30 años como docente puedo asegurar que algunas de las muchas causas de indisciplina dentro y fuera del aula, son el aburrimiento, autoritarismo extremo, limites pocos claros, falta de escapes adecuados para los sentimientos, ataques a la dignidad entre otras, sin olvidar las causas extraescolares, como la violencia de la sociedad en la que vivimos actualmente, en la cual muchos de los problemas se resuelven de manera agresiva y poco afable, nuestros adolescentes están constantemente expuestos o inmersos a esa violencia por lo que se han vuelto insensibles a ella, y por si fuera poco el efecto de los medios masivos de comunicación, en donde estudios recientes han demostrado que los adolescentes están expuestos a más de 18 mil actos de violencia en cinco años, es decir de los 10 a los 15 años son saturados de exabruptos. La ausencia de nutrimiento emocional para muchos de nuestros adolescentes es causa de indisciplina, hijos de familias desintegradas, de madres solteras, padres alcohólicos o drogadictos etc., el 41% de los adolescentes llegan a los 18 años dentro de la familia tradicional completa, por lo que muchos de estos alumnos adoptan la actitud de la generación “YO” es decir “lo primero es alborozar mis menesteres, No pretendo esperar. Yo soy primero”.

Por lo que nos podemos dar cuenta que la influencia individual más preponderante en los adolescentes es la calidad de vida en su hogar y debido a que no hemos tenido éxito en desplegar sistemas familiares conexos, con estos estilos de vida cambiantes, muchos padres no encuentran nuevas opciones, para facilitar una estructura familiar segura. Otro factor que debemos considerar es el “temperamento” del adolescente, algunas investigaciones han demostrado que el temperamento de los adolescentes es más “plástico  de lo que se cree, por lo que los padres pueden influir en esos adolescentes para que puedan transformar a formas deseables cuando se usa una disciplina firme constante y cariñosa. Otros trabajos han demostrado que las escuelas secundarias, sí pueden forjar una diferencia en el comportamiento y logros de los estudiantes, de las cuales hay implicaciones importantes para los profesores con relación a la disciplina, hallaron factores específicos que pueden auxiliar a un clima positivo o negativo, tales como los castigos o intervenciones disciplinarias frecuentes, llevan a un comportamiento peor, si por lo contrario se le reconoce y se le alaba públicamente su buen desempeño, podemos asociar una mejor conducta, debemos tener la disposición de atender a los estudiantes en cualquier momento en cuanto a sus problemas se refiere, esto también se asocia a un mejor comportamiento. También se ha demostrado que cuando el alumno se le brinda la oportunidad de llevar un cargo de responsabilidad, mejora su accionar.                   

Esto nos lleva a analizar las causas que determinan estos comportamientos, de manera que se facilite establecer pautas de actuación encaminadas, específicamente, a la prevención. No debemos dejar de lado, que cada alumno tiene características propias que deben tenerse siempre  presentes a la hora de analizar las probables causas que desencadenan las conductas disruptivas que se pueden catalogar en:

A.   Causas afectivas: falta de cariño, inseguridad, rechazo, etc.

B.   Causas de adaptación: Aislamiento, dificultad de integración, agresividad, no aceptar los valores educativos, marginación, entre otros.

C.   Causas académicas: Bajo rendimiento, dificultades en el aprendizaje, fracaso escolar continuado, etc.

Es de suma importancia recordar el carácter interactivo de la tesitura del aula, así como la imprescindible necesidad de que el docente desempeñe su liderazgo de manera adecuada. El profesor debe instaurar una coexistencia con los adolescentes que facilite el aprendizaje y los espolee a la autodirección, pudiendo ser por tanto causa de conflicto debido a sus características propias, también la forma inadecuada de entender la disciplina y dirigir el aula. También genera conflicto diversos aspectos del comportamiento, tales como la vulnerabilidad psicológica que presentan algunos docentes por su estructura de personalidad son incapaces de afrontar emplazamientos conflictivos desarrollando niveles de ansiedad muy elevados que conllevan sentimientos de inseguridad y ausencia de control de sus emociones negativas, como lo son el miedo, nerviosismo, agresividad entre otros, dificultando y enturbiando las relaciones con los adolescentes.  Recordando  los trabajos de Lippitt, Lewin y White (1939), que establecen tres maneras de entender la autoridad en función del grado de control que se ejerce sobre los estudiantes, en donde los  docentes autoritarios establecen  reglas y normas de manera impositiva, nunca están dispuestos a la negociación, en cambio los profesores denominados “laissez-faire” actúan de manera permisible, no establecen normas, carecen de control de grupo. Los docentes llamados democráticos afincan las normas por medio de la negociación, se fundamentan en la explicación de la necesidad y en el diálogo, alcanzando de esta manera una mayor implicación personal de los adolescentes en su cumplimiento, en fin la cuestión es que la relación entre disciplina y aprendizaje es crucial, lo que sí es suficientemente claro es, que en un salón disciplinado es mucho más sencillo activar a los alumnos de la forma que desee el docente; en consecuencia, se podrá hacer más racional el uso del tiempo, al no tener la necesidad de emplearlo en organizar los problemas, desde luego que un salón disciplinado no necesariamente implica que el aprendizaje esté teniendo lugar, con asiduidad se ven aulas disciplinadas con ningún o poco aprendizaje, generado por la escasa calidad de las actividades que se realizan, que ya de por sí carecen de valor de aprendizaje, es cierto que existe relación entre las dos, pero no es consistente o inevitable, sin embargo lo contrario, es decir un salón indisciplinado es más consistente y verdadero, en el que no se va a dar el aprendizaje.

2do. Identificar las causas, de la pérdida de autoridad del docente dentro del aula.

No existe una poción mágica que permita terminar con la indisciplina, sin embargo podemos converger cientos de ideas que pueden apoyar al docente a la hora de decidir cómo actuar. Lo primero que se debe de tener en cuenta al afrontar la indisciplina dentro del aula, son los factores que lo causan, según Ogilvy (1994), existen tres factores;

1.    Son los que afectan el comportamiento desde dentro del adolescente (Aprendizaje cognitivo)

2.    Los que afectan desde el hogar y la sociedad.

3.    Los que afectan desde el centro educativo.

Como nos podemos dar cuenta el tercer factor es de la total responsabilidad de los docentes, por lo que hay que reflexionar sobre las actividades diarias dentro del aula.

Antecedentes: Como ya lo he mencionado los problemas de disciplina muestra múltiples influencias, pero la mayoría de los autores como Fierro, Vázquez, Villanueva, Rico & Ramos, (2005) hacen hincapié en que la gestión del profesor es un factor determinante para instaurar una disciplina adecuada, en general el docente tienden a negar su propia influencia en los problemas de disciplina, ya que más bien atribuyen las causas a factores externos al plantel, contextos como la familia el propio adolescente entre otros, pero me pregunto:

 

¿Tenemos verdadero control de lo que sucede dentro del aula?

¿Realmente se hace todo lo que está en nuestras manos para que las clases sean motivadoras, interesantes, significativas?,

Porque  es muy fácil que incluso los alumnos “buenos” se porten mal si la clase es aburrida, si no está eficazmente preparada y se improvisa.

 

¿Por qué se pierde autoridad dentro del salón de clases?

Según algunos compañeros profesores la indisciplina se le puede contextualizar en dos tipos: la activa y la pasiva, debiendo entender como activa aquella que conlleva interrupciones, distracciones, movimientos de un lugar a otro del salón, acaudilla al profesor y compañeros de manera irrespetuosa e incluso llega agredir. Entonces la pasiva es aquella que implica la poca o nula atención, no ejecutar las tareas, la poca y derogada participación  etc., por lo general nos referimos como indisciplina al activo  porque resulta disruptivo, sin embargo se ignora al pasivo, pues no molesta, pero los resultados son idénticamente negativos.

Como ya mencione existen diversas causas por las que un docente pierde el control del grupo en su clase, en consecuencia pierde su autoridad, provocando en alguno de ellos, incluso temor de llegar a su salón. El no preparar su clase anticipada y adecuadamente, no realizar actividades interactivas que conlleven habilidades, competencias, etc. no llevar una evaluación continua, registrando aspectos y rasgos, no dirigir adecuadamente las actividades que pretende poner, en fin la lista puede ser muy grande, pero además   en muchos de los casos las causas pueden ser de otra índole, pues muchos de los docentes tienen difícil arreglar por si mismos la situación, pues la autoridad académica está cada vez más devaluada, se ha deteriorado la autoridad del profesor, sintiéndose inseguro y con temor a caer en una situación que le perjudique e incluso pueda perder el trabajo, en contraparte los alumnos gozan de una elevada permisividad, en el hogar y en el plantel, entonces los profesores se encuentran “atados de manos” a la hora de implantar sanciones, pues carece de competencia real para imponer dichas

3er.  Combatir  la indisciplina dentro del aula

La realidad de las escuelas en México del siglo XXI, es que ya no son exclusivamente un sitio para aprender, ya que se han transformado en una extensión del hogar y de todos y cada uno de los lugares de ocio, pues los alumnos no diferencian entre conductas dentro y fuera de la escuela, entonces probablemente nos encontramos con el mayor escollo, pues cada día más adolescentes viven inmersos en situaciones caóticas desestructuradas, que los docentes no pueden modificar, pero tal vez el mejor cometido seria darles el ejemplo que requieren de estabilidad, control, responsabilidad, justicia, calma e incluso de preocupación, todo esto que no tienen en el hogar.

Antecedentes:

Es nuestra sensatez el hecho de reflexionar sobre las actividades diarias dentro del aula, pero ¿Cómo conducir una enseñanza cualificada?

Se han realizado algunos trabajos fenomenológicos de talla cualitativa con la determinación de delinear las percepciones de los profesores de secundaria, en relación a los orígenes de la indisciplina, las estrategias que usan para su control y sus necesidades de capacitación al respecto.

Como contender la indisciplina dentro del aula:

De la talante en que se percatan y se interpretan los conflictos de disciplina, los docentes son unas de las claves que elucidan, lo que es en realidad y como se vive la disciplina en el aula, según Castello (2002), esto se debe a que toda apreciación comporta una  exegesis, por lo que, más tratarse de un prodigio puramente sensorial, es indispensable más, como una actividad psicológica compleja, que esté vinculado a un cuadro de referencias. Por otra parte, la forma que desciframos el mundo influye en la manera, que lo comprendemos, lo actuamos y lo sentimos, Gergen (1996) así lo justifica de esta forma estudiar las percepciones que tienen los profesores en relación a los conflictos de indisciplina, pues las ideas que poseen en relación de lo que es admisible o no dentro del salón, disruptivo o favorecedor del procesamiento instruccional, influye en la calidad del clima que logren promover dentro de sus aulas. Por otro lado García (2008) nos dice que la disciplina establece un elemento de proceso de enseñanza-aprendizaje por el cual los adolescentes aprenden a vivir, como un segmento fundamental de la sociedad, ya que se muestra como una cuestión relevante en el contexto educativo. En el salón la disciplina se elige como un recurso para obtener determinados fines, entre ellos la socialización, la autonomía, el rendimiento académico además del autocontrol.

De cualquier forma se trata de un concepto debatido en el que influyen dos maneras de percibirla: por una parte la disciplina como correctora de conductas inadecuadas y, por otro lado como una estrategia para desenvolver y controlar las conductas deseadas. En este igual discernimiento Badia, Gotzens,Castello y Genovard (2003) no los describen como el conjunto de procedimientos que implican reglas o normas, a través de las cuales se debe mantener el orden dentro de la escuela y cuyo valor no es otro que el de favorecer la adquisición de los objetivos, en el proceso de la enseñanza-aprendizaje del adolescente. Por ello, la disciplina es imprescindible, para el control de los problemas de conducta mostrado por los estudiantes que interfieren o dificultan la actividad normal del docente dentro del aula. Asimismo como dice Pastor (2002) es un instrumento eficaz para conseguir que el adolescente sea capaz de controlar su propia conducta, desarrollando el sentido de autocontrol, incrementando la  autoestima y promoviendo su sentido de seguridad personal. Nuevamente retomo a García (2008), que nos recuerda que la necesidad  de la disciplina se debe fundamentar de criterios de índole social, ya que ninguna sociedad, por rudimentaria y sencilla que sea, no puede funcionar sin normas y la escuela no está ajena a esto, como una institución social, debe cumplir reglas de respeto, convivencia y tener control sobre el cumplimiento de las mismas, las escuelas tienen como función de disciplinar la mente, la imaginación y la atención para conseguirlo es fundamental y básico.

Justificación: Si se explora con perspectiva histórica, la concepción de disciplina es dinámica, ya que en ella perfilamos los valores e intenciones de la sociedad, en el área educativa y la responsabilidad de alcanzar ese orden recae en el personal docente, según Howard (1988), manifiesta que la disciplina es indispensable para que un grupo de individuos funcione y pueda trabajar en grupo exitosamente, de tal forma que la disciplina debe facilitar la convivencia y fomentar la buena salud mental de los docentes y los adolescentes, en las normas deben estar implícitas la seguridad personal de los adolescentes dentro del aula y fuera de ella, generar un ambiente que favorezca el aprendizaje.

Discierno que los adolescentes se desarrollan asimilando modelos conductuales de su entorno, como lo es la familia, la alfoz, sus profesores, sus camaradas etc., En su morada el adolescente generalmente obtiene agresión verbal e incluso maltrato físico en determinados momentos de enojo, sólo se debe aguardar que el adolescente sea quien más afectado salga y tome dicho modelo de agresividad, para ejecutarlo en otras circunstancias que se le presente. Además debemos considerar que dichos modelos que los estudiantes adquieren se relacionan estrechamente con las estimaciones, que los adultos generan acerca de ellos, perpetrándoles admitir que sus acciones no se deben a una necesidad, sino a una falta de respeto y atención a la norma, clasificándolos de inquietos e hiperactivos. No debemos olvidar que la falta de atención y afecto que reciben los jóvenes generan en ellos una baja autoestima, por lo que siempre están deseosos de llamar la atención a través de la indisciplina y el desorden siendo está, una de sus principales estrategias para ser tomados en cuenta. Por consiguiente la indisciplina se puede generar por la concomitancia directa que existe entre profesor estudiante, y las metodologías utilizadas, para hacer un saber, en este aspecto la indisciplina está relacionada con las estrategias mal empleadas en el ámbito escolar, pues no motivan ni despiertan interés, ni siquiera la curiosidad del adolescente. Finalmente como profesora creo conveniente analizar cada uno de los factores propuestos y de esta manera preponderante dar solución a dichos problemas a través del diagnóstico especializado.

Hipótesis: Para esto retomo el trabajo del experto en el tema el psicólogo  Rudolf Dreikurs que, siguiendo el pensamiento de Adler, quien con su teoría “Los propósitos del mal comportamiento”, que todo individuo se desplaza bajo el profundo deseo de pertenecer a la sociedad en la que está inmerso, el problema estriba en que la percepción de lo que se debe hacer para conseguir tal apetencia, en muchas ocasiones distorsionada, por lo consiguiente conlleva un resultado no deseado, eso es muy reiterativo en los adolescentes, dada su característica rebeldía y confusión.

Dreikurs nos menciona; que cuando los adolescentes son incapaces de obtener su deseo genuino de pertenencia, estos se convierten en propósitos erróneos, mismos que buscan la atención, la venganza y la falta de capacidad (imaginada o real), pues solo siente que pertenece al grupo si el docente y los de la lógica equivocada que este conlleva, haciendo que los adolescentes examinen su propio comportamiento y lo cambien.








Método: El modelo de estudio que se realizo es de tipo “Cualitativo” y también diría que fenomenológico, pues nuestra principal voluntad es el de describir las percepciones de los profesores de secundaria sobre los conflictos de indisciplina.

Los participantes; se realizaron muestreos de casos típicos, obviamente profesores de la Escuela Secundaria Técnica Nº 92, docentes que conforman el 78% del total del plantel  y que imparten el 82% de las horas de clase, en total participaron 19 profesores, con edades que oscilaron entre los 25 a 57 años, entre ellos docentes que tienen experiencia magisterial de 3 a 30 años, de los cuales el 87% son egresados de la Escuela Normal y Normal Superior.

Técnica usada: Aplique entrevistas a fondo, usando un grupo de enfoque, para poderme adentrar en las contingencias de los profesores en relación con el tema de la “indisciplina” además invoque al grupo de encausamiento, para ampliar la información recabada durante las entrevistas y así poderlas validar, es decir la ya acostumbrada técnica de “Métodos de verificación y validación” para realizarlo como debe de ser, las entrevistas se analizaron por varios expertos, que posteriormente exhibieron los productos mismos que se les mostro a los docentes entrevistados, para que ellos lo validaran. 

Aspectos Éticos: Procure la implicación voluntaria e informada de los profesores, tomando medidas que garantizaron la confidencialidad, validándola con los propios docentes.

Resultados: Para poder analizar los resultados del trabajo mostré los ejes temáticos y las categorías de análisis generadas en cada uno de ellos;

Justificaciones a que imputan los profesores los problemas de indisciplina;

En este eje temático se produjeron  cuatro categorías de análisis fundamentadas en lo que los profesores asignan los inconvenientes de la indisciplina a las características del contexto social de los adolescentes, su familia, sus docentes y el plantel.

ü  Orígenes a que atribuyen los profesores los conflictos de indisciplina.

ü  Habilidades usadas por los maestros para manejar la indisciplina.

ü  Prototipo de adiestramiento que los docentes estiman indispensable para el manejo eficiente de la indisciplina con los alumnos.

ü  Estrategias para poder desarrollar la autoestima, los valores, las competencias y habilidades sociales en los adolescentes.

Entrevistas a docentes: Algunas de las respuestas de los docentes a la pregunta directa “Existe indisciplina en tu clase y que haces para evitarla” fueron;

1. El medios social donde ellos se desenvuelven influye de forma importante, si es violento, los alumnos son violentos aquí en el plantel.

2. Tenemos alumnos con problemas de hiperactividad y ortos con problemas de aprendizaje, desde la primaria, ni siquiera saben escribir ni leer y ya están en tercero de secundaria.

3. “Si el alumno incurre en una falta”, yo le hablo al prefecto o lo mando a Asistencia educativa.

4. La verdad, en ocasiones optamos por lo fácil, sacamos al alumno del salón, aunque sabemos que esto no ayuda en nada al alumno.

5. Yo, como docente, si detecto un alumno “problema” platico con él.

6. Yo pienso que nosotros no estamos preparados para tratar a un alumno con problemas de aprendizaje y/o indisciplina, no tenemos ni la formación ni la información de cómo tratar estos casos.

7. Yo lo que hago es impartir mi clase de diferentes formas; trabajos en equipo, individual, les traigo videos etc.

8. Yo creo que nos deberían de capacitar para saber tratar la autoestima, el lento aprendizaje del alumno.

9. Yo creo que deberíamos aplicar un examen que nos ayude a identificar a los adolescentes problemáticos, a partir de rasgos.

10; Yo pienso que nos faltan técnicas innovadoras, los adolescentes están en continua transformación, en un cambio permanente, nosotros nos estancamos, requerimos técnicas nuevas de cómo tratar al adolescente y apoyarlos psicológicamente de manera adecuada.

11. Necesitamos apoyo; sobre valores, comportamientos, son muchos  alumnos los que tenemos en el salón (40-45), requerimos ayuda especializada.

Algunos alumnos fueron entrevistados de manera aleatoria, se realizó exactamente con el mismo mecanismo que se usó para los docentes. 

Las preguntas concretas fueron; “¿Hay indisciplina en tu salón? y ¿por qué crees que se da?”, algunas de las respuestas fueron las siguientes;

1.    Sí, es bien aburrido, siempre lo mismo, me duermo.

2.    No, bueno si, un poco, lo que pasa es que el “mairo”, bueno el maestro nos dicta, no explica y ni tarea deja………

3.    Algo, porque el maestro llega muy tarde, ni se acuerda de lo que nos va a dar.

4.    Si mucha, nos grita, no quiere escuchar, deja que los gandayas del salón hagan lo que quieran.

5.    Sí, no se le entiende nada, habla bien bajito, nos habla de todo menos de la clase.

6.    No, bueno a veces, cuando no está hablando por teléfono.

7.    No, ella si es estricta, si se le entiende, no aprenden los latosos.

8.    Algo, porque él es “chido” y se pasan mis compañeros con él.

9.    Si, un buen, es que el maestro es aburrido, no nos enseña nada nuevo.

10. Si mucho, no sabe cómo dar la clase, es como nuevo, no sabe controlar al grupo, algunos los deja hace lo que quieran y a otros les grita feo.


 
 
Los cuestionamientos realizados a los profesores;

A.   Cuando se le presentan conflictos en el aula ¿Cómo actúa?


 

B.   ¿Considera que si los docentes adoptan acciones conjuntas desde el inicio del ciclo escolar ayude a resolver los problemas de indisciplina?

 
 
C.¿Cuál sería la solución más idónea para resolver la indisciplina dentro del aula? 
 
  
 
 
 

Discusión; Pude constatar que los profesores mostraron una visión amplia de las causas de los conflictos de la indisciplina, reflexionaron que sobre de ellos predomina aspectos sociales, familiares, de los alumnos, de la escuela y de su propia práctica.

Conclusiones: Lo que percibí acerca de la problemática de la indisciplina es que los profesores consideran el accionar de varios sistemas, que les da una perspectiva más amplia al respecto.

También es importante que los profesores acepten que su práctica contribuye a la existencia de conflictos de indisciplina, partiendo de esta perspectiva se abre una oportunidad de trabajo con ellos en ese sentido, también se evidencio que en los problemas de indisciplina predominan estereotipos culturales que denotan escasas referencias a valoraciones científicas, se pudo comprobar que para poder controlar la indisciplina se continua usando métodos convencionales como los castigos y la negociación y una irrebatible ausencia de estrategias que se puedan basar en la convivencia que involucre la participación de los estudiantes en instaurar las normas y la comprensión de estas, además pude cotejar que los profesores poseen conciencia de la imperiosa necesidad que tienen de ser capacitados para el manejo de la disciplina dentro del aula.
Por consiguiente este trabajo no ha sido consumado, sino al contrario da para seguir investigando y por supuesto lo seguiré haciendo para encontrar mayores respuestas, hacia la solución de este problema que se ostenta en la comunidad escolar donde laboro, para una buena práctica y esto se ostentara en el buen aprendizaje de los alumnos y en un beneficio, para la sociedad, obteniendo con ello seres positivos, propositivos, encaminados para el futuro mediato.
 
 
 

Referencias: ¿Qué hacer ante la indisciplina en el aula? Ma. Antonia Giner Ponce. IES., “La percepción de los docentes ante la indisciplina” Ángel Alberto Valdés Cuervo, Marisol Martínez Cebreros, Javier Vales García., “La disciplina en el aula” Carmen María Cubero Venegas., “Estrategias para afrontar la disciplina en el aula” UPD., Fierro, M (2005) “El problema de la indisciplina en escuelas públicas”
 
Bibliografía: Palomero, J & Hernández M. (2001) Violencia escolar.                 Saavedra, E. Villata M. y Muñoz M. (2007). Sala T. (2001) Crónica de un profesor de secundaria.  Sánchez P. (2003) Aprendizaje y desarrollo, CMIE. Saucedo C. y Furlan (2005) “Copetes” “Emos” y Celulares en la Escuela Secundaria. Velázquez C. (2005) Experiencias Estudiantiles con la Violencia.
 
 


1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo en que el medio en que se desenvuelve el alumno y la manera en como es educado desde casa influye en gran medida en que haya indisciplina dentro del salón de clase, pero también la falta de interes de los profesores por hacer clases mas dinámicas y que despierten en el alumno ganas por aprender, incrementan el mal comportamiento de los alumnos.

    ResponderBorrar